Amy Adventure´s

Bueno pues este es mi primer fan-fic... ya tengo varios caps. porque lo empeze a postear en otro foro pero lo ire poniendo a la par con este foro cuando ponga un nuevo cap....osea pondre en ambos foros el mismo fic
Espero les guste... aki pondre los primeros dos caps.

La mañana era soleada y el viento era fresco, el inicio de la primavera en Johto era ideal para iniciar el tan esperado viaje. Amy se levanto como todos los días y se dio un baño rápido y bajo a desayunar con su madre y todo porque ya quería su pokemon inicial.

-¿Estas lista hija para tu primer día?- pregunto su madre.

-No he estado más lista para otra cosa mami, pero te veo preocupada ¿por qué?

-Lo que pasa es que con estos atracos del Equipo Rocket me da miedo perderte -decía su madre mientras le servía un poco de cereal- Aun así siento que debo dejarte ir, siento que harás algo importante en esta región.


CAPITULO 1: EL PRIMER POKEMON

Dentro del laboratorio del profesor Elm había un gran alboroto esa mañana, los papeles volaban, las pokebolas rodaban, las cajas se caían, todo era un caos.

-¡ Rápido amigos! el profesor Elm llegara hoy y debemos tener todo listo para su regreso, además hoy se hacen entrega de los pokemon iniciales- gritaba el científico a cargo y justo en ese instante entró Elm. Todos dejaron caer lo que tenían en las manos y se quedaron si habla.

-¿Porque dejan de hacer lo que estaban haciendo? -preguntó Elm, pensando en que no había sido una buena idea dejar solos a sus ayudantes- ¡VAMOS, VAMOS QUE HOY HAY QUE ENTREGAR DOS POKEMON INICIALES!

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Amy salió de su casa en Cherrygrove y fua a la parada de autobuses, esperaba su camión para poder ir a New Bark con el profesor Elm cuando vio un par de ojos rojos viéndola desde el arbusto que estaba justo enfrente de la parada. De repente un Houndour salió del arbusto y corrió directo a ella enseñando los dientes, como si estuviera a punto de morderla. No tenia a donde ir, atrás de ella había una gran arboleda, a sus lados carreteras infinitas y sin posibilidades de ayuda por medio de ellas, y justo cuando el Houndour saltó para morderla en un brazo un rayo celeste cayo del cielo y el pokemon quedo congelado dentro de un cubo de hielo, volteo hacia el cielo para ver quien habia sido su salvador o salvadora y vio a un Articuno pasando y brillando con un celeste magistral.

-Gracias a Mew que ese Articuno paso sino estaria muerta- y mientras daba un gran suspiro el camión se detuvo enfrente de ella, se abrió la puerta y el chofer pregunto.
-¿Subes? me dirijo a New Bark.
-S.. si claro- dijo ella todavía un poco asustada por lo del Houndour.

Subió al camión, se sentó en el primer asiento que vio y cerró los ojos. Al despertar vio que el autobús se detuvo fuera de una entrada que decía New Bark en letras rojas.

-Por fin llegue- dijo para si misma- ahora por mi primer pokemon.

Rápidamente entro en la pequeña ciudad y no tardo mucho en encontrar el laboratorio de Elm, se dirigió rápidamente a él y entró. Nadie esperaba que alguien llegara tan temprano, pero ya no había el tiradero que tenían antes de la llegada de Elm. Justo cuando entro un asistente de Elm le dio la Bienvenida y la paso al cuarto principal del laboratorio donde Elm ya la esperaba junto con otro chico de también unos 16 años, igual que ella. Él tenia el pelo de un azul oscuro muy distinto al de ella que era castaño.

-Hola soy el profesor Elm- Dijo el profesor mientras se presentaba- soy el encargado de darte tu primer pokemon... ah por cierto él es Matt- Matt levanto la mano com un gesto de saludo.

-Mucho gusto profesor yo soy Amy Rinald de Cherrygrove, pero creo que solo importa mi primer nombre ¿no?- Todos rieron un poco por la ocurrencia y Elm abrió un contenedor que tenía tres pokebolas dentro- Aquí dentro de estas pokebolas estan los tres pokemon iniciales de Johto: Cyndaquil, de tipo fuego, Totodile, de tipo agua y Chikorita de tipo hierba. Escojan porfavor.

-Las damas primero dijo Matt-haciéndose a un lado para que Amy pudiera tomar su primer pokemon.

Amy avanzo y vio a los tres pokemon durmiendo dentro de sus pokebolas
- Yo elijo a Totodile, espero no te enojes Matt.
- No hay problema, de todos modos pensaba en usar a Cyndaquil.

-Bueno Chicos tomen las pokebolas- dijo Elm dandoselas.

-Creo que es hora de probar si hicimos la mejor elección ¿no lo crees Amy?
-Nunca digo no a un buen reto ¡Ve Totodile!-
-¡Ve Cyndaquil!

Ambos pokemon salieron de sus pokebolas y se miraron como si no entendieran que pasaba. Amy rápidamente ordeno a su Totodile atacar y sin dudarlo dos veces rasguño a Cyndaquil y lo noqueo, dejando atonitos a todos incluyendo al propio Totodile.
-¡Así se hace Totodile! bueno creo que esta victoria nos convierte en rivales ¿no?
-Así parece y no creas que la proxima me venceras tan facilmente. Bueno me voy adiós.

Matt salió dejando solos a los aun asombrados Elm y Amy.
-Creo que sera un gran viaje- dijo Amy antes de salir.

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-Por fin tenemos un poco de tiempo para conocernos Totodile- dijo Amy sentándose sobre un tronco- creo que te pondré un sobrenombre….mmm creo que será Toto, ¿te gusta?

-¡totodile!- dijo Toto emocionado y asintiendo con la cabeza.

Justo en ese momento salió corriendo un chico pelirrojo de unos 14 años, con una especie de gabardina azul, unos jeans negros y botas. Detrás de él iba un Chikorita y aparentemente iban huyendo de algo; después de haber pasado salió de la nada un Ursaring enfurecido, que al no ver al chico ataco sin previo aviso a Amy. Ella no lo pensó dos veces y ordeno a su Totodile que atacara.

-Toto rasguño ahora- el Totodile saltó y empezó a rasguñar al Ursaring en la cara, aunque no duro mucho pues el poderoso pokemon lo lanzó contra un árbol noqueándolo al instante.

-¡¡Noooo!!!-gritó Amy mientras el pokemon se acercaba.
-¡Agáchate!- le gritó alguien atrás de ella y obedeció y cuando lo hizo un potente lanzallamas golpeó al Ursaring en la cara haciéndolo huir por las quemaduras que le provocó- no pensé que ese Totodile fuera a ser derribado tan fácil después de la fuerza que mostró en el laboratorio.

Matt salió de los árboles y le tendió una mano a Amy, junto a él estaba su recién evolucionado Cyndaquil que ahora era un poderoso Quilava.


CAPITULO 2: EL GRAN ROBO


Poco después de que salieron Matt y Amy del laboratorio un chico pelirrojo entró y pidió su primer pokemon pero Elm vio furia en sus ojos y mintió diciéndole que ya no había pokemon y lo sacó del laboratorio poniéndole seguro a la puerta después de que salió aquel chico. Aquel joven se dio cuenta de esto y fue a la parte trasera del edificio sabiendo que la puerta de atrás siempre estaba abierta para emergencias. “Esto es una emergencia” pensó y abrió la puerta con cuidado para que nadie lo viera, entro al cuarto a oscuras y vio la capsula donde Elm puso la pokebola restante que contenía a un Chikorita y sin pensarlo dos veces la tomó y salió corriendo del lugar directo a los bosques que rodeaban New Bark.

-Veamos que pokemon me tocó, espero sea algo decente- aplasto el botón central de la pokebola y de ella salió un pequeño Chikorita- Ay no puede ser- se lamento el joven- un pokemon que voy a tener que cuidar más yo de él, que él de mi, vaya mi mala suerte. Bueno creo que empezare a entrenarlo.

En el justo momento en que terminó de decir la frase un Ursaring salió de los arbustos, furioso como si lo acabara de picar un Beedrill.
- Chikorita- empezó a decir el joven pelirrojo- ¡¡Correeeee!!- ambos salieron corriendo mientras el Ursaring los perseguía, minutos después sintieron que ya no los perseguía nadie. Regresaron por el mismo lugar por el que habían venido y vio a la chica más bonita que había visto en su vida (Amy).
No lo podía creer, esa chica de pelo castaño, un metro sesenta, ojos café intenso, buen cuerpo y vestía unos jeans azules a la cadera, una blusa azul y un pequeño chaquetin rosa que la hacía ver deslumbrante.
De repente el Quilava de Matt se dio cuenta de los movimientos del joven pelirrojo detrás de los arbustos que rodeaban el claro donde se encontraban y uso Ember sin que se lo pidieran, quemando al arbusto y dejando al descubierto al ladrón. Matt se quito un mecho de pelo de la cara y vio al chico, esta vez Matt no vestía formal ahora se había puesto un pants rojo y una sudadera roja que se había arremangado para entrenar con Quilava.

-¡Oye tu! – Le gritó al joven que intentaba escabullirse-¡detente ahí! ¿Porque nos estabas espiando? ¡Quilava…!
-Yo me encargo- lo interrumpió Amy- ¡Toto mordida!

El Totodile ataco al chico pero este reacciono a tiempo y esquivo la mordida.
-Chikorita placaje- el Chikorita se abalanzó sobre Toto y este en vez de recibirlo abrió su boca mordiéndole la cabeza al pokemon de hierba.
- Bien hecho Toto, ahora lanza al Chikorita contra el árbol- ordenó Amy, Toto dio una vuelta completa con el Chikorita en la boca y lo lanzo aprovechando el impulso contra el árbol más cercano.

En ese momento Matt reacciono y se dio cuenta de que el Chikorita que traía aquel joven se parecía mucho al que le había enseñado el profesor Elm antes de que llegara Amy al laboratorio.
-Oye niño ¿de dónde sacaste ese Chikorita?- le pregunto Matt- Es igual al que tenía Elm en su laboratorio, ¿lo robaste no es cierto?
-Y..y..yo no, no lo robe,el profesor me lo dio-dijo tartamudeando.
-Saca lo que tengas en los bolsillos ahora o te incinero-dijo Matt intimidándolo mientras le hacía señas a su Quilava de que se acercara.

El joven pelirrojo saco todo de sus bolsillos y Matt tomó el celular del joven mientras que Amy tenía al Chikorita en brazos y caminaba hacia ellos.
-No seas tan malo con él Matt- lo reprendió Amy- ¿Cómo te llamas amigo?
-Me llamo…
-Kiva- lo interrumpió Matt- y le robo este Chikorita al profesor Elm, debemos regresarle el pokemon al profesor.
-Tú no le vas a regresar nada ¡Koffing pantalla de humo!-Kiva saco una pokebola que no le había dado a Matt y el Koffing nublo la visat de todos, Kiva agarro sus cosas y al chikorita y escapo.

Cuando el humo se disipo se dieron cuenta de que ni el Chikorita ni las cosas de Kiva estaban. Pero cuando apenas se estaban dando cuenta de lo sucedido un niño de apenas unos 10 años llego al lugar junto con su papá y les pregunto si no habían visto a un joven pelirrojo con un Koffing porque era del niño. Después de decirles por donde se fue Kiva ellos siguieron su camino.

-Kiva va ir a ciudad Violet, aparentemente tiene asuntos pendientes con el anciano a cargo de la Torre Sprout, pero lo mejor será que nosotros tomemos un descanso en Cherrygrove antes de darle alcanze, además esta anocheciendo y es peligroso.

- No es una mala idea, además tengo una parada que hacer.

aqui van el cap 3, 4 y 4.5 aun estoy trabajando en el 5

Entre más se acercaban a Cherrygrove, Amy y Matt se empezaron a dar cuenta que habían pequeños montículos de arena o tierra por aquí y por alla. Amy no le pareció extraño pues Cherrygrove tiene una pequeña entrada de mar, pero si le extrañó que hubiera arena tan lejos de aquella parte de la ciudad. Matt por otro lado solo pensó que aquellos extraños montículos solo eran porque había madrigueras cerca, pues la temporada de apareamiento de varios pokemon se acercaba.

Cuando llegaron por fin a la ciudad notaron que el aire estaba muy cargado de tierra, pero siguió sin importarles mucho puesto que necesitaban ir al centro pokemon pues la noche ya caía sobre ellos. Al llegar al centro pokemon dejaron a Toto y a Quilava con la enfermera para que los cuidara un poco mientras ellos se dirigían a la cafetería para comer un poco.

-No puedo creer que ya tengas un Quilava- dijo Amy para romper el hielo.
-La verdad es que no necesitas mucho para evolucionar a un Cyndaquil, es el que evoluciona más rápido a su primera etapa, pero es el que dura más de esa forma.
-Entiendo a lo que te refieres, Toto se mantendrá en un Totodile un poco más de rato, aún así espero poder evolucionarlo antes del primer gimnasio porque así sería más fácil y no tendría que sufrir tanto jajajaj.
- Con eso se demuestra que cada quien tiene diferentes prioridades ajjajaja.

Llegaron a la cafetería y pidieron algo de comer, minutos después les trajeron sodas y lonches y la enfermera les dio sus pokebolas con sus pokemon durmiendo.

-Bueno cuéntame de ti- le dijo Matt a Amy
-¿Cómo qué? Ya sabes cómo me llamo y qué edad tengo, qué más quieres saber- respondió Amy.
-Bueno como por ejemplo de dónde eres, en mi caso yo soy de Kanto, de Vermillion para ser exacto pero los pokemon iníciales de allá no me gustaban para nada así que me vine acá a hacer mi aventura con Quilava. Ahora cuéntame de ti.
-Yo… Soy de aquí de Cherrygrove y siempre quise viajar por el mundo con mis pokemon y peleando con todo tipo de líderes de gimnasio, y haciendo records y cosas así…. Ya sé que suena medio raro, sobre todo para una niña, pero exactamente ya no quiero ser una niña voy creciendo y es hora de hacer mi propia historia.
-Entonces me imagino que iras con tu familia ¿no?
-Sí, iré a dormir hoy a mi casa y de paso le enseñare a mi mamá mi nuevo amigo- dijo Amy levantando su pokebola y poniéndola sobre la mesa.

Amy se levanto de la mesa, puso su pokebola al cinto, se despidió de Matt y se dirigió a su casa.



CAPITULO 3: LA ARENA NO ES SOLO DEL DESIERTO.



Durante el día Cherrygrove había sido azotada por una extraña tormenta de arena, a la cual no estaban acostumbrados los habitantes. La policía estuvo investigando todo el día los alrededores de la ciudad hasta que encontraron a un gran Hippowdon merodeando y aunque toda la policía contaba con pokemon del tipo agua al cual el pokemon salvaje era débil debido a ser tierra tardaron todo el resto del día para poder someterlo pues lograba derrotar a sus oponentes demasiado rápido como para poder hacerle daño alguno.
Cuando por fin lograron atraparlo se dieron cuenta que en realidad solo estaba protegiendo a sus crías, un trío de Hippopotas pequeños los cuales intentaron escabullirse de los policías.
Los tres pequeños Hippopotas fueron rápidamente atrapados y los llevaron al pequeño laboratorio que tiene la ciudad. Para este entonces la noche estaba en su punto más oscuro y Amy caminaba tan rápido como podía para llegar a su casa, aunque claro está con su querido Totodile al lado de ella dando mordisco de tanto en tanto hacia la fría noche.

De pronto sintió que algo o alguien la seguía y sintió la misma extraña sensación que cuando los ojos rojos de aquel Houndour la miraban. De repente un aullido rompió con la tranquilidad de la noche y de entre los arbustos, tambos de basura, callejones y demás escondrijos salieron unos 8 Houndour, 2 Umbreon y un Houndoom que aparentemente era el líder del grupo.
El Houndoom no se acercaba mucho, y de un aullido la mitad de los Houndour atacaron con las fauces abiertas listos para morder.
-Toto es hora de ver que tanto sirvió ese entrenamiento con Matt, ataca con pistola de agua-
El Totodile no perdió el tiempo y lanzo un potente chorro de agua hacia sus oponentes dejándolos inconscientes frente a las 4 Houndour restantes y los 2 Umbreons. El resto de los Houndour no espero la orden de su jefe y atacaron, pero esta vez fueron más coordinados dos de ellos usaron ascuas para hacer una distracción mientras los otros dos lograron morder a Toto, después usaron smog para intentar envenenarlo, de repente entre el humo que provocaba el ataque algo empezó a brillar y a crecer y un Croconaw apareció eliminando el humo con su evolución.
-¡¡¡Genial ese entrenamiento si funciono!!! Muy bien Toto es hora de vencer a estos pokemon ¡¡ataca con pistola de agua ahora!!-
El recién evolucionado Croconaw lanzo un potente chorro de agua derribando a los cuatro restantes Houndour y lanzándolos hacia los Umbreon y derribándolos a ellos también. El ver como sus tropas caian derrotadas tan fácilmente enfureció al Houndoom el cual lanzo un potente lanzallamas cotra Amy y Toto.
-Toto esquívalo y usa pistola de agua a toda potencia- ordeno Amy.
Toto no tardo en obedecer y lanzo el chorro de agua lo más fuerte que pudo golpeando al Houndoom en la cara y derrotándolo.
-Bien creo que es hora de irnos Toto- Amy regreso a su recién evolucionado Croconaw a su pokebola y se dirigió a su casa.

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Al llegar a su casa conto lo sucedido a su madre que la estaba esperando, y le enseño a Toto.
-Oye porque no te vas a descansar mañana puede ser un día pesado nunca lo sabes- le recomendó su madre a Amy.
-Tienes razón debo descansar y más después de una pelea como la que tuve hace un momento.

En la mañana Cherrygrove amaneció con una tormenta de arena inexplicable y Amy no perdió el tiempo después de desayunar y fue a la plaza central a ver qué pasaba. Tardo un poco más de lo que esperaba porque la tormenta se hacía más fuerte conforme avanzaba y se acercaba a la plaza.
Al llegar le dijeron que un par de Hippopotas habían escapado.
-Qué extraño, yo pensé que esos pokemon eran de Sinnoh y no vivían por estas partes, pero bueno si lo encuentro lo atrapare es un pokemon muy raro y creo que me servirá.

Fue hacia donde estaba la gran multitud y un policía estaba peleando contra uno de los Hippopotas usando un Growlithe.
Busco en los alredores y no tardo en encontrar al segundo Hippopotas.
-Toto ve- dijo Amy mientras aplastaba el botón central de la pokebola- ataca con rasguño.
El Croconaw con un solo rasguño, pudo derribar al pokemon, claro está porque logro un golpe directo.- Bien, ahora pokebola atrapa al Hippopotas- dijo Amy lanzándole una pokebola al pokemon y atrapándolo después de que la pokebola giro tres veces.

Justo cuando agarro la pokebola un policía apareció detrás de ella.
-Oye ¿has visto un Hippopotas por aquí?- le pregunto
-Acabo de capturar uno ¿Por qué?
-Porque lo vamos a llevar a su lugar de origen se escaparon y debemos regresarlos.
-Hmmm… creo que no se lo daré, según las reglas de la liga pokemon si yo lo capturo legalmente es mío.
-No me importa, ¡dámelo!
-Jamás, Toto ve.- Toto salió y un chorro de agua golpeo al policía.

Para cuando el policía se levanto Amy ya se había ido. Ya en el camino hacia Violet se sentó al lado del camino y saco a su Hippopotas.
-Creo que eres hembra, porque en el pokedex dice que eres de un color más claro si eres macho, un sobrenombre que te quedara bien seria Hippsy.- el pokemon asintió y dejo escapar un gran bostezo.- jajaja eres muy divertida, bueno ya es hora de ir a Violet el primer gimnasio nos espera.- dijo levantándose y caminando hacia el horizonte lista para ir por su primer medalla.

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Después de haberse ido Amy del centro pokemon, Matt sacó a Quilava de su pokebola y lo puso sobre sus piernas, el pokemon solo abrió un ojo para saber que estaba pasando y al sentirse sobre algo volvió a dormir plácidamente. Matt acariciaba el delgado y suave pelaje del Quilava cuando unas señoras se sentaron en la mesa de al lado discutiendo acaloradamente.

-No puedo entender cómo es que llegaron esos pokemon aquí- dijo la primera señora.
-Yo tampoco, pero últimamente he oído cosas extrañas de esa tal Torre Sprout en ciudad Violet, dicen que el agua del lago que la rodea se está volviendo negra y de tanto en tanto agua color rojo sale de debajo de la torre, como si fuera sangre.- le respondió la segunda
-La última vez que fui me dijeron que los ancianos que allí entrenaban tenían mucho tiempo sin salir, además vi a una gente muy rara con trajes negros, azules y naranjas como si fueran barrenderos entrando y saliendo del edificio, siempre con cajas grandes y cerradas.

Matt se levanto después de esto y se dirigió a una enfermera para ver si tenía algún cuarto donde pasar la noche, para su suerte había un par libres y se dirigió hacia él. En el camino no dejo de pensar en lo que habían dicho las mujeres en la cafetería, tenía que hacer algo, su sentido de justicia no lo dejaría dormir y él lo sabía así que después de asegurarse cuál era su cuarto y de cómo era por dentro salió lo cerró con llave y la puso en su bolsillo mientras se dirigía a la salida.

Ya afuera, Matt fue a buscar que podría usar como distracción para detener a la gente de ir a Violet y claro está también a Amy, estuvo vagando por un rato hasta que dio con la caseta de policía y se acerco a la ventana a ver si había algo que pudiera usar y para su serte vio la gran jaula con el Hippowdon y sus Hippopotas.
-Creo que ya sé que es lo que tengo que hacer, ya podre dormir un poco- dijo en voz baja y fue a dormir un poco pues un par de horas más tarde dejaría libres a esos pokemon.

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Mientras amanecía y el sol salía, Matt entrego la llave de su cuarto en recepción y salió rápidamente hacia la caseta de policía listo para liberar a esos pokemon. Al llegar saco a Quilava y no tardo en derribar la pared para después volver cenizas una parte de la jaula dejando libres a los pokemon que ahí estaban, el Hippowdon se enfureció porque el fuego le había alcanzado y porque Matt se estaba llevando a sus pequeños Hippopotas para que todos empezaran hacer una gran tormenta de arean. Para cuando todos despertaron la ciudad era un caos, y Matt había llegado a la Torre Sprout y para cuando Amy llego a Violet la torre ya no existía.
(Pero la historia de Matt ES otra historia)


CAPITULO 4: EL PRIMER GIMNASIO.


Después de que Amy capturo a Hippsy, se dirigió a Violet sin perder el tiempo, lista para su primera pelea de gimnasio.

-Muy bien Hippsy es hora de que salgas a entrenar un poco- dijo Amy sacando de su pokebola a la adormilada Hippopotas, la cual sin perder el tiempo soltó un gran bostezo que hasta hiso que Amy le empezara a dar sueño.

-Oye tu niña bonita es hora de ¡¡¡peleeaaaaar!!!- un pequeño niño salió de los arbustos al lado del camino con un Rattata medio atontado.

-¡¡Que bonito pokemon!!- dijo Amy entusiasmada y abrazo al pequeño pokemon el cual le dio una mordida en el brazo, lo cual hizo que lo soltara al instante.- bueno si una pelea es lo que quieres eso tendrás Hippsy taclea al enano ese- la Hippopotas derribo de un solo golpe al Rattata dejándolo inconsciente.

-Pagaras por esto niña bonita, Falkner sabrá de esto y te pateara el trasero-dijo el niño corriendo por el camino dirigiéndose a Violet.

Amy no le dio importancia pues no sabía quien era el líder del gimnasio de Violet, así que siguió su camino sin perder el tiempo y junto a ella iba Hippsy dando dentelladas al aire.
-Creo que aprendiste a hacer algo nuevo Hippsy- dijo Amy entusiasmada- creo que podremos utilizar esas mordidas en nuestra siguiente pelea.

Amy no tuvo problemas lo que resto del camino, pero se llevo una gran sorpresa al llegar a Violet pues la tan afamada Torre Sprout yacía en cenizas dentro del pequeño lago que la rodeaba al igual que los puentes que estaban para llegar a ella.

-Y yo que quería entrenar un poco más antes de la primera pelea del gimnasio- dijo Amy tristemente- bueno no importa, es hora del gimnasio.

Amy entro en el gimnasio y no entendió lo que veía un edificio, por fuera muy deslumbrante, pero por dentro vacio, de repente vio como unas cuantas plumas caían del techo y subió la mirada, lo que vio la sorprendió totalmente, pues un joven bajaba agarrado de la pata de un Pidggeotto, eso era algo que nunca había visto.
El chico salto al suelo, y cuando la vio de frente la reconoció en seguida, era la joven entrenadora que había derrotado a su primo.

-Tú hiciste llorar a mi primo, ahora pagaras- la amenazo el joven que llevaba puesta una túnica azul y unas sandalias

-¿Y tú quien eres?- le pregunto Amy pues el joven hablaba muy decidido.

-Yo soy el líder de gimnasio de este lugar, mi nombre es Falkner.

-Así que tu eres el líder ehh, muy bien ¡Toto sal y gana mi primer medalla!- Frente a Amy apareció el Croconaw listo para luchar.

-Ve Pidgey.

-Toto ataca.

El Croconaw se abalanzó sobre el Pidgey con las fauces abiertas, dando a entender que usaría mordida y el Pidgey fácilmente lo esquivo o eso pensó él. Después de haber esquivado el falso ataque, Toto le dio tremendo golpe en la cara con arañazo dejándolo inconsciente al lado de la pared contra la que se había estrellado.
-Lo que resta no será tan fácil niña ve Noctowl.

El gran búho salió listo para pelear pero no duro tampoco mucho pues después de esquivar un par de chorros de agua Toto lo alcanzo y logro morderlo en un ala dejándolo inhabilitado para seguir en la batalla.

-Mi último pokemon es el más fuerte de toda la región, veamos si puedes vencerlo ¡VE PIDGEOTTO!

El pokemon avanzo con una majestuosidad diferente a la de los dos pokemon anteriores, además de que tenía una mirada digna de Pidgeot, lo cual le dio un poco de nervios a Amy.

-Toto la misma táctica del Noctowl, pero ahora combínala

Toto empezó a lanzar chorros de agua para poder acercarse, pero el Pidgeotto parecía ser mejor y más rápido pues cuando Toto pensó estar cerca el Pidgeotto lo golpeo por detrás usando as aéreo.

-Creo que la media velocidad no ayuda, Toto regresa, ve Hippsy.

El Hippopotas salió y una especie de tormenta de arena empezó a volar por todo el gimnasio. El Pidgeotto ataco de nuevo pero esta vez no golpeo a Hippsy sino que cayó dormido justo enfrente de ella gracias al gran Bostezo que lanzo Hippsy antes de que el oponente llegara.

-Ahora Hippsy antes de que se levante embístelo.

Hippsy no tardo mucho en acercarse corriendo, (o trotando mejor dicho) y con un fuerte golpe con su cabeza lanzo por los aires a un medio despierto Pidgeotto que volvió a la inconsciencia después de golpearse contra la pared del fondo.

-Gané Falkner, la medalla es mía y levántate no eres tan malo, simplemente eres un líder de gimnasio, todos debe ser mejores que tu jajajajaja- dijo Amy riéndose mientras ayudaba a l joven líder a levantarse.

-Y eso te causa gracia ehh, eres mala, pero aquí tienes la medalla y este pequeño recuerdo la TM Roost, cuando captures algún pokemon volador úsala en él te ayudara en batalla. Y también toma este mapa te ayudara a llegar a tu siguiente gimnasio.

-Gracias Falkner volver a pelear contigo algún día con pokemon más fuertes tanto tú como yo.

Amy salió del gimnasio y la tarde apenas comenzaba y como no tenía nada mejor que hacer se dirigió a las tan mencionadas en Violet, Ruinas Alph.

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4.5 jeje


Cuando Matt llegó a Violet se dirigió rápidamente hacía la Torre Sprout, y al llegar lo que vio lo sorprendió a un grado que no había imaginado, cada piso de la torre estaba rodeado por un elemento diferente, excepto el primero. La vista sería majestuosa, si no se sintiera un aura extraña emanar de aquel edificio. Algo que Matt no entendió era el porqué algunos elementos se repetían, así que empezó a hacer un recuento de abajo hacia arriba para poder tener una idea de que se encontraría dentro, pues pensaba entrar.

El primer piso estaba normal, el segundo estaba protegido con un hielo tan duro que un diamante se rompería al chocar con él, el tercero estaba rodeado de una electricidad extraña y densa, el tercero apenas se distinguía gracias a las llamas que lo envolvían. Al cuarto piso también lo rodeaba una gran muralla de electricidad y en este caso una gran nube negra ayudaba a la protección, el quinto tenía unas llamas equiparables al mismo infierno, tan potentes que si no estuvieran controladas de alguna forma el edificio se vendría abajo, al sexto piso lo rodeaba una cubierta de agua tan cristalina, que de no moverse, Matt hubiera pensado que era un cristal de verdad. El séptimo piso parecía tener una muralla de piedra cubriéndolo, en el octavo el hielo era tan duro y brillante como en el primer piso, pero había una diferencia con este hielo ya que de él salía una extraña aura oscura de los bordes, en el noveno había unas placas de metal tan reluciente que el sol parecía reflejarse unas diez veces más de lo normal. Lo que le extraño más fue que en el último piso una aura oscura, posiblemente psíquica, salía desenfrenada como si una batalla se llevara a cabo.

Matt no lo pensó dos veces y fue corriendo hacia la Torre con sus nuevos pokemon listos para la batalla, un Beldum y un Bagon, que en realidad habían logrado escapar de la Torre en donde el equipo Rocket hacia experimentos con ellos, por eso ambos pokemon eran de otro color (Shinys). Conforme Matt se fue acercando a la Torre, los elementos que la rodeaban empezaban a desvanecerse de poco en poco y el aura del último piso cada vez se hacía más intensa.
La puerta de la entrada estaba cerrada con llave por dentro y Matt no tardo en darse cuenta de esto, así que saco a su Phanpy y con un fuerte Derribo tumbó la puerta.

El interior del primer piso era como un cuarto de descanso, había computadoras, televisiones, cartas, mesas de apuestas y hasta una mesa de billar, al final había una puerta que tenía un letrero con letras rojas que decía: SOLO PERSONAL AUTORIZADO. Matt se acerco y abrió la puerta sorprendido de que no tuviera seguro. Detrás de la puerta había escaleras que al llegar a un piso tenían una puerta, pero se podía seguir caminando en ellas hasta llegar al último piso sin problemas. Entro en el primero para investigar y encontró un laboratorio lleno de jaulas, pokebolas y contenedores de vidrio para pokemon; en las paredes laterales había decenas de computadoras, algunas de ellas aun prendidas. En las paredes sobre las computadoras había una gran cantidad de información sobre Articuno; los pokemon que todavía estaban en el cuarto yacían inertes dentro de las jaulas y de los contenedores. Después de ver un paisaje de esa magnitud prefirió salir, y mientras se acercaba a la puerta oyó como unas cajas se caían y se movían y detrás de ellas salió un Spheal golpeado y maltrecho, al verlo Matt no lo pensó dos veces y lo puso dentro de una pokebola. Salió por donde había entrado y empezó a entrar en cada piso para ver si había pokemon sobrevivientes. En el siguiente piso encontró un Marrep, en el tercero un Growlithe, en el siguiente un Jolteon, en el quinto un Charmander, en el que seguía encontró un Clamperl, en el séptimo un Geodude, en el octavo un Snourount y en el penúltimo piso un Aron. En todos los pisos encontró información de muchos pokemon legendarios Articuno, Zapdos, Moltres, Raikou, Entei, Suicune, Regirock, Regice y Registeel.

En el momento en que iba a abrir la puerta del último piso hubo una explosión y todo el edificio se vino abajo. Para suerte de Matt la Torre estaba rodeada de un pequeño lago y cayó en él sin problemas. Y para cuando Amy llego todo esto tenía alrededor de una hora de haber pasado.